Entrevista a Naira Regulez, creadora de The Atypical Project

Entrevista a Naira Regulez, creadora de The Atypical Project

The Atypical Project es un maravilloso proyecto de comercio justo, centrado en el objetivo de crear condiciones laborales dignas para todas sus trabajadoras y reducir la desigualdad entre el mal llamado “primer mundo” y el tercer mundo. Hoy hablamos con Naira, que creó y lleva actualmente el proyecto junto con 32 artesanas en Bangladesh.

Quién es Naira Regulez

  • Descríbete en tres palabras.

COMPROMETIDA, VALIENTE Y DIVERTIDA.

The Atypical Project: el proyecto de comercio justo

  • Cuéntanos sobre tu proyecto, The Atypical Project. ¿Qué es lo más importante de él? 

Lo más importante de mi proyecto de comercio justo The Atypical Project es que el objetivo principal que yo tenía en mente el día que empezó a fraguarse mi idea no tiene nada que ver con el objetivo final; mis artesanas son mujeres que quieren un mejor futuro para sus hijos… Y es lo mismo exactamente que quiero yo para la mía. El día que entendí que esas madres hacen lo mismo que yo (luchar con garras y dientes por sus hijos y por ellas mismas), pero en uno de los países más pobres del mundo… Ese día tuve claro el por qué había creado este proyecto que tanto implica en lo personal, personal y económico.


Artesana de The Atypical Project

El viaje de maternidad de Naira

  • Cuéntanos cómo fue/es tu viaje de maternidad. 

Lo mejor que he hecho, hago y haré en esta vida es ser madre. Tuve un embarazo engorroso, estuve mareada hasta el día que di a luz. Mi parto fue tremendo y mi postparto más aún. He tardado años en superarlos. No dejé de trabajar nunca jamás y mi entorno en vez de pedirme que parara, porque lo necesitaba física y mentalmente, dio por supuesto que yo podía con todo aquello y más sin ver lo que me estaba pasando. A día de hoy lo recuerdo con estupor… Es muy duro pasar por algo así; me sentía totalmente incomprendida.

Pero tener a una hija tan feliz, naïf y dulce como la que tengo ha sido un reto maravilloso que me ha ayudado a crecer muchísimo interiormente y a reordenar mis prioridades. Me relaciono de otra manera mucho más honesta con el mundo gracias a ella. Me centro en dejar una hija maravillosa que sea el cambio que el mundo necesita. ¡Tendría otros 4 si hubiese podido! Me gustaría haber podido dejar más bellas personitas que fueran ese cambio tan necesario.  

  • ¿Qué es lo mejor de la maternidad? 

El amor incondicional. El saber que hay una persona que confía en mí al 1000 por 1000. Cuando un hijo aprende a decir “te quiero” sabiendo lo que significa… No hay otro sentimiento igual. Sabes que ese trocito de ti entiende lo que significa AMAR, te lo hace sentir, lo sientes hacia tu trocito; es recíproco, eterno, puro, real. Aprender con mi hija… Su aprendizaje muchas veces es el mío propio. Crecemos juntas porque redescubro cosas maravillosas vistas a través de sus ojos. Hace unos meses hicimos un viaje a Laponia y fue el viaje más increíble de mi vida porque Clementine me hizo sentir que era ella, una niña conociendo las entrañas de la magia de la Navidad… Y ella era yo y yo fui ella. Fue mágico. 

  • ¿Y lo más duro? 

Me gusta decir que la maternidad es como apuntarse al gimnasio más duro que haya. Te cuesta la misma vida en ocasiones terminar tus ejercicios, te llegas a retorcer de dolor, de cansancio, de agotamiento… Pero ¿y la sensación de victoria cuando consigues terminar esos  ejercicios en el gimnasio de la maternidad? Esa satisfacción es impagable. En mi caso el resultado de esos durísimos ejercicios es una hija feliz, sana, bondadosa, creativa, risueña… ¿cómo no va a merecer la pena todo ese sufrimiento en el gimnasio más duro que hay?

  • ¿Cuál es tu pieza favorita de Merci Maman? 

El collar con la letra del abecedario. Me encanta su letra. La C… La quiero llevar siempre cerca de mi corazón. Y por supuesto la pulsera de niñas, que es un regalo ideal.